¿Cómo librarse de las maldiciones de los hechiceros?

He recibido la siguiente pregunta, que contestaré en este artículo:

Mi pregunta está relacionada con las personas que se ocupan con el ocultismo, brujerías, maldiciones. Tengo un familiar muy cercano a mi familia, que se ocupa con estas cosas desde hace muchos años, por envidia y pienso, por codicia y mi familia se enteró por varias fuentes que muchos de esos males deseados son contra nosotros (impedir mi matrimonio, que a mis padres no les vaya bien en el trabajo) y no quiero cometer un pecado diciendo que creo en ello, pero, simplemente he notado que desde hace tiempo las cosas no tienen un curso normal, como de costumbre, y me da miedo. Y a otros hechiceros «que deshacen» no irá nadie de mi familia porque saben que es un pecado grande, por lo tanto me gustaría saber cómo luchar en concreto, además de oración y ayuno. ¿Qué otra cosa debo hacer y cuánto puede durar el mal causado por estas personas, cuanto en el tiempo (años, meses, días)? Sabiendo que esta situación dura desde hace 3-4 años, algunas veces desespero. Si mis padres no son cristianos y yo sí, ¿cómo puedo parar el mal que viene hacia mi familia?

 

El poder malvado de los hechiceros es una realidad

No importa si la gente cree en ello o no, es una realidad que los brujos actúan con el poder de Satanás y pueden causar mucho mal. Por eso, Dios dice en la Biblia lo siguiente:

No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.  Porque es abominación para con Dios cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones, tu Dios echa estas naciones de delante de ti.  Perfecto serás delante de tu Dios. (Deuteronomio 18:10-13)

Donde la gente se aleja de Dios, estos pecados asquerosos aumentan y nosotros debemos reconocer que tenemos hechiceros y hechiceras en nuestro país, que hacen mucho mal a la gente. Durante mi infancia, vi muchas vidas y familias destruidas por hechizos y más de una vez vi ranas venir con las piernas atadas con un hilo rojo, o cosas que nos habían tirado en el corral: pelo con cuernos de animal, u otros objetos. En el artículo en el que hablé de la muerte de mi madre conté más cosas sobre la manera en que nuestra familia fue atacada por los hechizos de los que hacían la voluntad de Satanás. Por lo tanto no me tiene que convencer alguien sobre el poder de los hechiceros y sus maquinaciones malvadas.

 

Los hechizos y maldiciones no tienen poder sobre los hijos de Dios

Cuando el pueblo de Israel se encontraba de camino a Canaán y llegó a los límites de Moab, Balaac, el emperador de los moabitas envío a sus mensajeros llamar al hechicero Balaam, para que éste maldiga a los hijos de Israel y haga hechizos contra ellos. A propósito, es conocido el hecho de que Hitler y los nazis recurrieron a hechiceros de este tipo para iniciar los planes diabólicos que tenían. Dios le dijo al hechicero Balaam no irse con los mensajeros y él no se fue la primera vez, pero luego, al ser invitado de nuevo, deseando la fortuna prometida por Balaac, el hechicero Balaam insistió y Dios le dejó ir, lo que le causo vergüenza y desgracias.  Llegando a Moab, intentó tres veces maldecir a Israel, pero tres veces Dios le hizo bendecir. Todos los detalles están descritos en los capítulos 22-24 del libro Números. En el primer intento de maldecir a Israel, Balaam dijo:

¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Dios no ha execrado?  (Números 23:8)

En el segundo intento de maldecirlo, Dios puso en la boca de Balaam estas palabras:

Porque contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra Israel. (Números 23:23)

Toda persona que haya hecho un pacto con Dios por fe en Jesús y nacimiento de nuevo, pasa a ser hijo de Dios, tal como lo dice el Evangelio de Juan:

(Jesús) A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.  Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;  los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.  (Juan 1:11-13)

Porque somos hijos de Dios, somos bendecidos por Dios. Él no maldice y no deja a nadie maldecirnos. A lo mejor alguien te hechizó para que no te puedas casar. Que sepas que dichos hechizos pudieron tener efecto hasta el momento en que hiciste un pacto con Jesús. Ahora ya no tienen poder porque tú eres bendecida por Dios. Si no te has casado aún, es para tu bien, tal como decía Dios cuando dice:

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.  (Romanos 8:28)

 

¿Cuánto dura el mal causado por los hechizos?

Mucho. La Biblia dice que dura hasta que llegue la liberación que puede dar solamente Dios. Cuando traían a Jesús a gente poseída por espíritus malos, dichos espíritus o diablos no querían nunca salir de la persona y sólo a la orden de Jesús le dejaban en paz. Lo mismo pasa con las maldiciones, que no son otra cosa que maquinaciones diabólicas con la implicación del poder del diablo. Estas duran hasta que la persona venga a pedir liberación a Jesús y sólo el Salvador puede dar una liberación total.

 

¿Cómo ayudar a las personas que se encuentran bajo maldiciones de los hechiceros?

Cuando Pablo le contó al Emperador Agripa sobre el encuentro que tuvo con Jesús y la manera en que volvió a Dios, él decía que Jesús le había dicho:

«librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.» (Hechos 26:17-18)

Toda persona que se encuentra bajo las maldiciones de los hechiceros se encuentra bajo el poder de Satanás. Para librarse de este poder, debe primero abrir los ojos de su mente y corazón e intentar conocer y comprender el mensaje del Evangelio de Jesús, tal como está escrito en las páginas de las Santas Escrituras. Luego, al entender cómo puede ser librado, debe escoger volver de la oscuridad a la luz y del poder de Satanás al poder de Dios. De este modo, recibirá, por su fe en Jesús, el perdón por sus pecados y la herencia de los santificados. Este es el arrepentimiento. Es lo que pasa al nacer de nuevo. No existe otra alternativa para la gente u otra posibilidad de librarse de las maldiciones bajo las cuales se encuentran. Los que van a ver a otros hechiceros que les prometen librarles del hechizo sólo empeoran su estado y les irá peor. Nosotros podemos hablar a nuestros familiares y exhortarles recibir el mensaje del Evangelio, pero es su decisión.

Muchos años atrás me enteré que un familiar echaba las cartas y hacía otros tipos de hechizos. En seguida iba a confrontarla con la verdad de las Santas Escrituras. ¿Y qué piensan? Me dijo que no hace nada malo, que de este modo puede mantener a su familia etc. La advertí y le dije que iban a llegar consecuencias graves para toda la familia. No quiero dar detalles sobre las consecuencias que les golpearon, pero son muy, muy graves y todos están muy mal.  Y yo les hablé entonces de volver hacia Jesús de todo corazón y ellos no lo tomaron en cuenta. De hecho, ahora tampoco es tarde, basta con que lo comprendan y quieran volver de la oscuridad a la luz y del poder de Satanás al poder de Dios.

¿Qué harás tú? Si estás bajo las maldiciones de los hechiceros, corre hacia Jesús, haz un pacto con Él, déjaLe tu vida entera y el Salvador te liberará y te llenará de la paz, alegría y felicidad que sólo Él puede dar. Diles a tus familiares que se encuentran bajo estas maldiciones que no se queden en la oscuridad, sino que vuelvan a Jesús, que es la Luz del mundo.

El presente artículo ha sido traducido a los siguientes idiomas: